Reino Unido: ex policía que mató a Sarah Everard es condenado a cadena perpetua
La arrestó falsamente por violar las restricciones del COVID-19
Hoy, jueves 30 de septiembre, se dictaminó que Wayne Couzens, el ex oficial de policía que secuestró, violó y asesinó a la mujer londinense Sarah Everard, pasará el resto de su vida tras las rejas.
Couzens, de 48 años, miró al suelo en el Old Bailey de Londres mientras un juez dictaba una cadena perpetua en su contra, la sentencia más severa en el Reino Unido.
El veredicto
Couzens se unió a la Policía Metropolitana en 2018 y había trabajado como parte de un equipo que protegía ubicaciones diplomáticas en el centro de Londres.
Había trabajado un turno nocturno en la embajada de Estados Unidos que terminó la mañana del día en que secuestró a Everard.
El juez dijo que Couzens había pasado al menos un mes viajando desde su casa en Kent a Londres para investigar cómo cometer sus delitos antes de llevarlos a cabo.
"Es de destacar el grado de preparación y el período de tiempo durante el cual se extendió", dijo. "Le mintió a su familia acerca de trabajar en un turno de noche el 3 de marzo".
Lord Justice Fulford, vicepresidente del Tribunal de Apelación (División Penal), dijo que Couzens había salido "a cazar a una mujer solitaria para secuestrar y violar".
"De esto se desprende que el acusado había planeado con mucha anticipación, con todos sus indecibles detalles sombríos, lo que iba a ocurrir. Y cuando se encontró con Sarah Everard, todo lo que faltaba hasta ese momento era su víctima", añadió.
Jeremy y Susan Everard en una audiencia judicial. Foto: PA.
El crimen
Everard caminaba a casa desde la casa de un amigo en el sur de Londres la noche del 3 de marzo de este año cuando Couzens, que entonces era un oficial de policía en servicio, detuvo el vehículo de alquiler que conducía y la detuvo.
La arrestó falsamente por violar las restricciones del COVID-19 y la esposó antes de meterla en el automóvil.
Couzens luego condujo a Everard al sur de Londres, donde la violó y estranguló antes de quemar su cuerpo y ropa en un viejo refrigerador en un bosque, en un terreno de su propiedad, antes de arrojar sus restos.
Su cuerpo fue encontrado en Ashford, Kent, a unos 100 kilómetros al sureste de Londres, una semana después de su desaparición.
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